martes, 26 de abril de 2011

EL VITUPERIO DE LA CERVEZA

Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

           
Para los griegos de la antigüedad la cerveza era una bebida para salvajes. Siglos después muchos siguen pensando lo mismo. El vino por el contrario nació rodeado de heroísmo y de nobleza.  La cerveza es para parranderos escandalosos y el vino para sensibles buscadores de placer. Qué pena. La verdad es que ni los cerveceros son tan salvajes ni los vineros son tan sensibles. Simplemente ambos buscan lo mismo pero por diferentes caminos.
Nuestras tradiciones locales frecuentemente tienen menos valor que las que proceden de otros lugares. Probablemente por eso solemos acompañar al vino de un esnobismo innecesario. Viva la cerveza y viva el vino.
Este esnobismo suele llevarnos a pensar que si conocemos el vocabulario propio de la degustación de vinos, seremos más interesantes ante los demás. Si le echamos encima a nuestro interlocutor una retahíla de términos como taninoso, astringente, aterciopelado, armonioso, agrio, áspero, aromático, cítrico, lácteo, corchado, cuerpo, equilibrado, frutal, grueso, terroso, retrogusto, herbáceo, maderizado, amantequillado, persistente, oxidado, redondo, rústico, etcétera, no les quedará la menor duda de que somos cultos, sensibles y – por que no – sujetos a que nos presten dinero sin fiador.
En nuestra pobre cultura cervecera local a lo más que llegamos a distinguir entre una cerveza fría y otra bien fría, o entre una obscura y una clara…y se nos acabó el listado de epítetos. ¿Cómo no van a pensar que somos unos salvajes? La culpa de todo esto, lo vuelvo a repetir, la tenemos solamente nosotros que no nos hemos podido quitar de encima a los monopolios cerveceros que limitan nuestras opciones; entre menos sepamos de cerveza, más consumiremos la que ellos nos venden.  
El vocabulario del vino no nació con el vino, sino que ha sido desarrollado por escritores amantes del vino que se han dedicado a estudiarlo, adjetivarlo y difundirlo  (¿Saintsbury, Simon, Lichine, Jonhson…les suenan?).

En la cerveza las cosas están siguiendo un camino similar aunque seguramente más reciente. Pocos habían tenido la sensibilidad de ponerse a escribir recientemente sobre cerveza antes que el célebre  “Cazador de Cervezas” Michael Jackson (1942-2007) quien en el año de 1977 publicó su libro “La Guía Mundial de la Cerveza”, atrayendo con ello la atención de miles de cerveceros en todo el mundo que, sin saberlo, esperaban a que alguien lidereara esta batalla. A partir de Michael Jackson surgieron teóricos, estudiosos, expertos, cátedras universitarias, articulistas de revistas, columnistas de periódicos, parlanchines y hasta profetas que abundaron sobre este tema. Por supuesto junto con todos ellos, o quizá como consecuencia, surgió también un vocabulario que – adivinaron – tiene mucho en común con el del vino y con el de muchas otras bebidas.
MICHAEL JACKSON "THE BEER HUNTER"
Aclaro que el Sr. Jackson no ha sido el primero usar la cerveza como tema literario en la historia de la humanidad. Recordemos que esta bebida ha sido elogiada en escritos  desde los Sumerios (primeros en escribir una receta sobre cerveza 4,000 años antes de Cristo), en sagas nórdicas, en escritos incas, en novelas de Sheakespeare o Goethe y muchos otros. Sin embargo Jackson sí fue el primero en hacerla sujeto de estudio. Su incansable búsqueda de cervezas por todo el mundo lo llevó constituirse como el gurú de varias generaciones de amantes de la cerveza que lo seguimos a través de más de 30 años de publicaciones en diarios, revistas, programas de televisión, conferencias y por supuesto internet.
He tenido recientemente la oportunidad de conocer a muchas personas interesadas en conocer más sobre cerveza. Jóvenes, adultos, viejos, mujeres, hombres…es impresionante cómo de repente se dan cuenta de que hay todo un mundo que no conocían con grandes y agradables sorpresas. Ya no les basta tomarse “una cerveza” sino que ahora están en la búsqueda de los cientos de tipos de estilos que existen. Aun más, me encuentro con jóvenes cuya apasionada búsqueda los ha llevado a explorar sus propias habilidades para fabricar cerveza con resultados verdaderamente sorprendentes.
La cerveza es el mejor lubricante social que conocemos y para muestra basta ir a cualquier Pub en cualquier ciudad el mundo. Tomar una cerveza automáticamente baja tus defensas ante los demás; interactúas, hablas, quieres que te hablen, ves y quieres que te vean, cantas y quieres que canten contigo. La cerveza es – parafraseando de nuevo al Sr. Jackson – “una bebida civilizada.que se
ersonas Lichine, Jonhsonunidad de conocer a muchos js de televisio), en sagas narlo (Saintsbury, Simon, Lichine, Jonhsonque se





  Y tu…¿Qué cerveza nueva probaste esta semana? Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina. Paz para todos.

Comentarios: javier@elsume.com

miércoles, 13 de abril de 2011

EL SUME

Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

En el año de 1935, cuando yo tenía 10 años, empecé a escuchar a mis papás de la necesidad de salir del lugar donde vivíamos, en el estado de Coahuila. 
Mi papá cultivaba en ese rancho lo que consumía la familia: maíz, frijol, papas y hortalizas; también criaban algunas especies de aves, como guajolotes, gallinas y cokenas. Tenía vacas finas que había traído del estado de Texas, donde vivió antes de casarse con mi mamá. Todo esto nos abastecía de alimentos muy nutritivos. Tenía también un "trapiche" (así le decían a una especie de molino movido por mulas, donde molían la caña y hacían la melaza y el piloncillo) adonde acudían los que sembraban caña y la procesaban pero no pagaban con dinero si no con la misma miel. Comida no faltaba, pero dinero sí y faltaba el dinero para los demás gastos. Las cosas se agravaron cuando el Presidente Lázaro Cárdenas hizo la repartición de tierras en ejidos y a mi papá no lo dejaron donde estaba, si no que le dieron tierra en un lugar árido y pedregoso donde no había agua. Ese fue el motivo principal que los hizo abandonar ese lugar.
Un hermano de mi mamá, Francisco Sánchez Quevedo “el tío Pancho”, que le gustaba exagerar las cosas, vino a Baja California  a conocer unas tierras que solicitaron al gobierno y mandó decir a mi mamá que aquí eran tierras de promisión, que se barría el dinero con la escoba y que había muy buenas escuelas. Esto último fue lo que más entusiasmó a mi mamá porque ambicionaba que todos siguiésemos estudiando, pero ¡oh, desilusión! Ni primaria había en el lugar a donde llegamos.
Para realizar el viaje mis papás vendieron en San Carlos todo lo que tenían; animales, aperos de trabajo, enseres de casa…todo. Iniciamos el viaje en una troca con redilas. Veníamos 21 personas en esa troca.
Pero lo más trágico fue cuando llegamos a un rancho llamado Sumi o El Sume. Ahí fue donde estaban las dichosas tierras. Pues allí llegamos a ese lugar todo polvoriento, sin casa, cansados del viaje. Había ahí una enramada de cachanilla, sin paredes llena de maquinaria vieja y le dijeron a mi mamá que por lo pronto allí nos acomodáramos.
Fue una gran tristeza, una gran desilusión y mi mamá dijo: "Nada más un año nos vamos a quedar aquí", pero eso fue para desahogarse de la mala impresión que le causó ese panorama, porque en San Carlos ya no teníamos nada, así que no hubo más que entrarle duro al trabajo.
Desmontar las tierras fue un trabajo muy duro. Entonces no había la maquinaria apropiada y tuvieron que hacerlo con hacha, machete, pico y pala. Mis hermanos mayores que tenían 15 y 16 años, trabajaron como adultos. En el verano mi papá los levantaba a las 4 ó 5 de la mañana para aprovechar las horas en que no se sentía tanto el calor.  
Llegamos en la noche del día primero de noviembre a Andrade (frontera con Los Algodones). Allí nos acomodamos como pudimos, para pasar otro día a Baja California. Cuando veníamos por Estados Unidos no vendríamos muy bien, pero como era carretera buena, no se desacomodaba nada, pero una vez que pasamos, todo saltaba dentro del troque, aquello parecía una licuadora. Había una plaga que le decían gusanos quemadores, todo estaba tapizado de ellos. En todos los años que tenemos aquí no he vuelto a ver otra plaga como esa. Yo creo que fue para darnos la bienvenida.
Pasaron como unos cinco años para que hubiera un poco de alivio en lo económico. En el transcurso de ese tiempo, apenas en diciembre de 1936, mi mamá se enfermó de pulmonía. En ese tiempo no había remedios eficaces contra esa enfermedad y se vio bastante mal. Con muchos trabajos la trajeron a Mexicali y Dios nuestro Señor le puso en su camino al Dr. Merino; médico muy considerado con la gente que no tenía dinero.  
Al siguiente año de que llegamos, se gestionó que enviaran a un maestro que atendía el primero y cuarto grados. La primaria la terminamos en Cuervos .
Con el esfuerzo de todos se fue mejorando la situación, hasta llegar a lo que actualmente todos conocemos.
Ahora reconozco que así como Dios le dijo a Abraham: "Deja tu lugar de origen y anda a la tierra que yo te mostraré", así a nuestros padres Dios los iluminó para salir de San Carlos y traernos a esta tierra, e igual que los Israelitas hemos peregrinado con mucho trabajo, a veces con desaliento y obras con optimismo para llegar a lo que somos actualmente: una familia numerosa, con aciertos y desaciertos, pero todos unidos con la ayuda de Dios. 
María Dolores Gaspar Vda. de Lozano.
Esto es El Sume, por lo menos para nosotros. Ahí empezó todo para nuestros padres y por eso Gustavo Gaspar Blanco y un servidor quisimos hacerle un pequeño nicho para recordarlo.
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina. Paz y trabajo para todos.

Comentarios: javier@elsume.com



jueves, 24 de marzo de 2011

LAS MUJERES Y EL CERVEZA

Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

         Resulta más que justo hablar de las mujeres y su papel dentro de la extensa historia de la cerveza. Sin ellas muchos de los estilos que conocemos actualmente no hubieran sido posibles.  Por lo menos en mi caso tengo la fortuna de compartir mi vida con una mujer que aprecia la cerveza tanto como yo y que frecuentemente me sorprende con sus apreciaciones sobre los sabores, aromas, colores y texturas que encontramos. Definitivamente nada como el paladar de una mujer para descubrir cosas nuevas.
Estatuilla egipcia de mujer hacendo cerveza
         Desde su invención hace 12 ó 13,000 años hasta la Edad Media la fabricación de la cerveza era tarea reservada para las mujeres. Recordemos que  durante milenios la cerveza era considerada primero que nada un alimento, de ahí que las mujeres siendo las principales responsables de la elaboración de los alimentos en el hogar, tenían a su cargo la tarea de fabricarla.  En la antigua Mesopotamia, parte de lo que ahora es Irak, las mujeres fabricantes de cerveza eran altamente apreciadas.  En Babilonia las mujeres productoras de cerveza eran sacerdotisas en los templos, esta práctica se siguió reflejando aun hasta la Edad Media donde las mujeres eran parte fundamental en la fabricación de cerveza en los monasterios de esa época.
         Desde hace miles de años la cerveza ha sido considerada un suplemento nutrimental importante para las mujeres en la etapa de lactancia. Aun en la actualidad esta práctica está vigente sobre todo en el norte de Europa, al grado de que existen grupos de mujeres dedicados a promover el consumo de Stouts y Porters con este fin, aunque no todos los médicos apoyen esto.
         En la antigua Finlandia tenían una muy particular visión del origen de la cerveza. La creación del mundo está contenido en un antiguo canto llamado “Kalevala”, sus poemas que datan de hasta 1000 años A.C. describen que tres mujeres, Osmotar, Kapo y Kalevatar,  preparaban un festín para una boda a la que querían llevar la mejor de las cervezas, sin embargo sus esfuerzos no fructificaban porque no podían obtener la espuma que coronara la bebida. Fue entonces que a Kelevatar se le ocurrió mezclar saliva de la boca de un oso con miel de abeja y con ella lograron la tan apreciada espuma, obteniendo así los finlandeses el regalo de su primer cerveza.
         Para los anglosajones de la época post romana la fabricación de cerveza era parte importante de la ceremonia matrimonial. Las mujeres de la familia de la novia elaboraban una cerveza especial para la ocasión. Aun hoy el término en inglés “Bridal” que significa “nupcial” en español, viene de la frase “Bridal Ale” o cerveza de boda.
         A medida que avanzaba la Edad Media, el papel de las mujeres en la fabricación de cerveza en los monasterios fue disminuyendo hasta que finalmente fueron exclusivamente hombres quienes se encargaron de su fabricación.
         La revolución industrial de mediados del siglo XIX vino a terminar en definitiva con el monopolio femenino en la fabricación casera de la cerveza. Al convertirse cada vez con mayor fuerza en una rentable industria, fueron los hombres quienes tomaron las riendas de este proceso de fabricación hasta convertirla un una “bebida para hombres”.
Las mujeres vienen fuerte
         Esta situación, no obstante, tiende a cambiar de nuevo con el resurgimiento de las cervecerías artesanales en todo el mundo. Cada vez son más las mujeres que han vuelto a la cocina para fabricar sus propias recetas sorprendiendo a muchos que las consideraban exógenas a esta práctica.  Es también importante resaltar que las mujeres constituyen estadísticamente uno de los grupos que presenta mayores índices de crecimiento en el consumo de la cerveza, así que, ojo, las mujeres vienen de nuevo…y vienen fuerte.      
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina. Paz para todos.

Comentarios: javier@elsume.com



jueves, 17 de marzo de 2011

LOS DIOSAS DE LA CERVEZA

Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

Ceres
Tomarse una buena cerveza es definitivamente una experiencia religiosa…lo que sea que eso signifique. Lo cierto es que tomarse esa cerveza en el lugar adecuado y con la compañía adecuada es algo memorable que guardamos por mucho tiempo e incluso por toda la vida.
No es de extrañar que la cerveza haya estado acompañada siempre de entes divinos que desde tiempos inmemoriales rondan siempre que alguien se toma una cerveza, o varias…sobre todo cuando se toman varias.
El origen de la palabra Cerveza, para no ir más lejos, está relacionado con la diosa griega Ceres. Responsable de todo lo que tiene que ver con la agricultura, las cosechas (evidentemente de los cereales) y la fecundidad. Ella fue quien enseñó a los hombres a cultivar la tierra, sembrar y recoger el trigo, todo esto según los señores griegos y su mitología.
Por otro lado, hace unos 6,000 años en la Mesopotamia (por donde ahora está Irak más o menos)  los Sumerios, una de las primeras civilizaciones documentadas de la historia y grandes bebedores de cerveza a la que llamaban Sikaru, escribieron el célebre himno o canto a la diosa Ninkasi. Este himno contiene ni más ni menos que la receta escrita más antigua conocida por la humanidad y es, adivinaron, la receta de su cerveza.  En uno de sus fragmentos podemos leer frases como "Se cuece pan, se deshace en migas, se prepara una mezcla con agua y se consigue una bebida que hace a la gente alegre, extrovertida y feliz".
En el antiguo Egipto también le daban duro a la cerveza siendo su bebida más popular. Su tipo Henquet dulce y ligera y su Sejepet Jenea eran consumidas tanto por nobles como por esclavos. La inventora de la cerveza fue Osiris, divinidad relacionada con los cereales y quien venció a la sanguinaria leona Semjet (enviada por Ra para castigar la rebelión de los hombres)  dándole a tomar una cerveza roja haciéndole creer que era sangre humana, ya borracha la leona, todo fue darle la última puntilla.
En la mitología nórdica existe Byggvir un elfo sirviente del dios Freyr se convirtió en el dios de la cerveza por ser el responsable de las cosechas de cebada. Es importante recordarles que los vikingos fueron grandes bebedores de cerveza, incluyendo al gran “Thor”, dios del trueno entre otras cosas.
Los Celtas tuvieron a Sucellos, dios de la agricultura, los bosques y las bebidas alcohólicas. Suele representarse como un hombre barbudo con un martillo largo o un barril de cerveza suspendido en una polea.
Ometochtli
Los Aztecas no hacían malos quesos o, en este caso, no hacían mala cerveza. Nuestros ancestros contaban con Ometochtli, dios de la bebida y de la embriaguez y representado por un conejo, de quien decían era una animal sin sentido común. HaH Había otros dioses como Petecartl (también dios del peyote y las medicinas) y Tequechmecauiani, dios que cuidaba a los borrachos de morir accidentalmente. Estos dioses eran multitask ya que  en su jurisdicción entraba el pulque, la cerveza, otras bebidas y hierbas.  Había también un dios para los “crudos” llamado Quatlapanqui y otro para los afortunados nacidos en “el día del conejo” según el calendario azteca, quienes tenían derecho a estar borrachos todos los días y estaban exentos de cualquier restricción sin importar su comportamiento público o privado. Este dios era llamado Tepoxtecatl.
Me faltaron muchos otros dioses, como los Finlandeses, los Incas, los Chinos, los Hindús, los Japoneses, pero esos se los dejo de tarea para que tengan algo qué hacer mientras se toman una cerveza ¿qué les parece? 
Y los dejo con un bello poema de Camilo José Cela que dice:
"El rayo de sol se hace cerveza
al llegar al corazón de la
caldera donde se cuece, y la
cerveza siembra la poesía en
los corazones cuando pasa a la
sangre cayendo por la
garganta abajo"
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina. Paz para todos.

Comentarios: javier@elsume.com

viernes, 4 de marzo de 2011

LA HERENCIA DE MAXIMILIANO

Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

Ferdinand Maximilian Josef von Habsburg-Lothringen
En la primaria nos enseñaron que allá a mediados del siglo XIX llegó a México un señor rubio, barbado, alto, delgado, siempre con una capa y una esposa que terminó tan loca que  hasta una canción le compusimos para burlarnos de ella. Este Noble austriaco que renunció al título de Príncipe de Hungría  y Archiduque de Austria para venirse en 1863 a gobernar nuestro país en calidad de Emperador, lo único que logró fue que lo fusilaran en el cerro de las campanas apenas unos cuatro años más tarde. Triste su historia.
Maximiliano llegó a México con sendos séquitos de colaboradores y un bagaje cultural eminentemente europeo del que le era imposible desprenderse. Como es natural el flamante emperador no dejó atrás sus gustos por la comida y por la bebida a la que estaba acostumbrado, fue así que entre su equipaje venía algún ayudante que sabía preparar la cerveza que a él le gustaba: la Lager estilo Viena.
Desde entonces y hasta la fecha los mexicanos hemos disfrutado de este estilo de cerveza sin siquiera echarnos una a la memoria del güerito con capa. Pero...¿y qué es una cerveza Lager estilo Viena? ¿y cuáles son las marcas mexicanas que la fabrican. Vámonos despacito para no hacernos bola.
A principios del siglo XIX nace en un pueblito llamado Klein-Schwechat, cerquita de Viena, un niño al que le pusieron Anton Dreher. Fue hijo de un empresario cervecero del que heredó el gusto  y por supuesto la cervecería. Por fortuna para nosotros este señor no solamente continuó la labor de su padre sino que su inquietud y pasión por su trabajo  lo llevó a inventar un estilo nuevo que combinaba la brillantez de una cerveza lager con tintes de las Ales inglesas. A esta cerveza se le llamó Schwechater Lagerbier, después le llamaron Viena Typ y, finalmente Vienna Style Beer o Viena Style Lager.
Anton Dreher
Esta cerveza de fermentación baja era cuidadosamente fermentada hasta producir una mezcla de color rojo cobrizo con tintes cafés. Es importante anotar que además del talento del Sr. Dreher hubo tres elementos fundamentales que propiciaron la creación de esta cerveza: el agua del río Danubio con toda su carga de minerales, la malta de los granos de la región vienesa y el clima frío que permitía almacenarla hasta alcanzar la madurez necesaria.
El negocio fue tan bien que para la llegada del siglo XX Schwechat Brewery era la mayor fábrica en toda Europa y sus cervezas habían ganado todos los premios y condecoraciones posibles.

Esta cerveza es la que Ferdinand Maximilian Josef von Habsburg-Lothringen, Maximiliano para los amigos, trajo a México con la ingenua esperanza de algún día echarse unas cuantas con sus súbditos debajo de un ahuehuete acompañados de un mole negro testo de ajonjolí. Qué vida tan ingrata. Sin embargo con todo y lo mal que nos hablaron del consorte de la señora Marie Charlotte Amélie Augustine Victoire Clémentine Léopoldine de Saxe-Coburg o Carlota como le decimos en la casa, seguimos de alguna manera invocándolo cada que abrimos una cerveza Bohemia Obscura, una Dos XX, una Victoria o una Minerva obscura, todas ellas dignas representantes de este aristocrático estilo de cerveza.
¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina. Paz para todos.

Comentarios: javier@elsume.com

viernes, 25 de febrero de 2011

TIPS PARA TOMAR CERVEZA

Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

Frecuentemente me escriben para preguntarme tips para tomar cerveza y yo frecuentemente me hago pato. Mi actitud no tienen nada que ver con el hecho de no querer compartir con otros mi opinión sobre el tema, sino a que finalmente la cerveza cada quien se la toma como más la disfrute. No obstante la insistencia es mucha y por lo tanto me atreveré a dar algunos consejos que quisiera que fueran interpretados estrictamente como mis manías personales para disfrutar de esta bebida más que como reglas.

1)   La cerveza hay que tomarla en vaso de vidrio. El vidrio ofrece ventajas muy evidentes como el hecho de que podemos ver lo que estamos tomando, esto ya en sí mismo es un espectáculo. El vidrio no guarda olores ni sabores que contaminen lo que vamos a tomar y además – a diferencia del plástico, el cartón o el foam – evita que el gas sobre reaccione. No congelen el vaso, a menos que estén tomándose una lager light que de cualquier manera sabe a agua.
2)   Si tomas de la botella (cosa que recomiendo únicamente para las lagers americanas y las lights) toma la botella por el cuello para que no se caliente tan rápido por el calor de la mano.
3)   Decía el Ing. Basich que solamente las bebidas malas se tomaban heladas y estoy de acuerdo totalmente. Al enfriar demasiado una cerveza pierde gran parte de su aroma y sabor. La temperatura que a mi me gusta es entre 5 y 9 grados centígrados, aunque hay algunas que me gustan más calientes. Si bien es cierto que la cerveza no se toma “al tiempo”, a menos que vivas en Islandia o en la Patagonia y estés al aire libre,  sí debe mantener una temperatura fresca. Cualquier cerveza emite más aroma y sabor cuando se toma fresca que cuando se toma a punto de congelación.
4)   Al servir tu cerveza en el vaso, procura dejarle dos dedos aproximadamente de espuma. Aunque la espuma en sí no contribuye al sabor, sí funciona como capa protectora para conservar los aromas, sabores y carbonatación dentro del recipiente.
5)    Siempre fíjate en la fecha de vencimiento. Recuerda que son pocas las cervezas que pueden guardarse por más de  tres meses siempre que se mantengan frías. Las cervezas artesanales no pasteurizadas debes cuidarlas más ya que son más susceptibles de desarrollar microorganismos que alteren su condición.
6)   Si tomas una cerveza sin filtrar notarás que al no moverlas se decantan residuos en el fondo. En la mayoría de los casos debes girarlas gentilmente para que se integren esos residuos al cuerpo del líquido. Sin embargo hay algunas otras que se recomienda no mezclar y hay que cuidar que esos residuos permanezcan en el vaso al servirá ya que pueden agriar el sabor. Generalmente eso te lo aclara el fabricante en la etiqueta.
7)   Siempre que puedas prefiere una cerveza artesanal –o craft beer – sobre una cerveza muy industrializada. No hay comparación en cuanto a la riqueza del sabor y aroma del líquido.
8)   Fíjate en el porcentaje de alcohol (APV) que tiene lo que te vas a tomar. Recuerda que aunque la mayoría de las cervezas que consumimos rondan el 4.5%APV, hay algunas que supran el 10%APV, acercándose al porcentaje del vino. En algunos casos extremos encuentras cervezas que superan el 20%APV. Evidentemente estas diferentes cervezas no pueden tomarse en los mismos volúmenes.
9)   Si vas a tomar por horas procura hacerlo lentamente y de preferencia intercala un vaso de agua por cada dos de cerveza. Esto te permitirá disfrutar más de la convivencia y evitará que termines siendo el payasito de la fiesta.
10)  Nunca digas no a una cerveza que no conoces. La única forma de aprender sobre cerveza es probar las que se te atraviesen. Seguramente algunas no te gustarán, pero aun así habrás aprendido algo.
11)  Nunca te tomes una cerveza sólo. Eso es un desperdicio. La cerveza es el mejor lubricante social y beber sólo equivale a platicar con un espejo.
12)  Por último, siempre lleva en tu bolsillo un destapador.
Como dije al principio, no tomen esto como reglas obligadas o rituales sagrados. Sigue tus instintos y disfruta de tu cerveza como mejor te parezca. Lo único que no se vale es decir “no me gusta” si no lo has probado antes.
 ¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina. Paz para todos.

Comentarios: javier@elsume.com

jueves, 17 de febrero de 2011

MI PUB ES...


Por: Javier “Sunshine II” Sánchez

La vida diaria no es nada bonita. Desde que nos levantamos nos echamos nuestro primer pleito con el despertador. Seguramente al llegar al trabajo no todo será miel sobre hojuelas, menos si llegó un requerimiento de Hacienda amenazándote porque según ellos se te pasó pagar el impuesto sobre chicles pegados debajo de la mesa del año 1978. No faltará el cliente que te haga añorar los hornos crematorios nazis, o el proveedor que no vive en la misma dimensión temporal del resto de mundo y te entrega lo que pediste cuando ya no te acuerdas para que lo habías pedido. Debemos agregarle la balacera en el mercado por el que pasas diario y el secuestro del primo del vecino que, aunque no tengas el placer de conocer, no deja de preocuparte. Las declaraciones de nuestros políticos y las de otros que ni siquiera son nuestros, etcétera, etcétera, etcétera…”life is a bitch”, como dicen nuestros vecinos. Nunca había sido tan necesario un refugio, un remanso de cordialidad donde puedas hablar de nada, oir de todo y, por supuesto, beberte una buena cerveza. He tenido la dicha de visitar varios de esos pequeños refugios en varios países, se llaman “Pub”.
Evidentemente no estoy hablando de “antros” ni de “tarrerías”, ni de “cafés cantantes (qué nombre tan raro ¿no?)”, sino de un lugar muy diferente. Permítanme intentar describirlo:
Primero que nada no tiene “rockola” ni “taca-taca”. Hay música, claro, y de la mejor…pero su volumen te permite comunicarte con tu vecino. Ese pequeño detalle promueve enormemente la convivencia y logra que la cerveza haga lo que mejor sabe hacer: lubricar las relaciones sociales. Nadie está sólo. Todos parecen ser tus conocidos.
Por otro lado hay luz suficiente para ver por dónde caminas y ver al resto de las personas que están en el lugar. Puedes ver incluso lo que te estás tomando.
Encuentras parejas, solo mujeres o sólo hombres departiendo y platicando.
Nadie está “over dressed” o “under dressed”, como vayas armonizas con el entorno.
No ves boleros, chicleros, tríos bernáculos ni gente ofreciendo “toques eléctricos”.
Un Pub es el mejor lugar para hacer nuevos amigos o para encontrarte con los viejos amigos. Un lugar donde no es necesario hacer una cita para tener una reunión.
Una pieza fundamental del Pub es por supuesto la cerveza. Debería de decir la variedad de cervezas, esa bendita variedad que te permite elegir entre una porter, una pale ale, una de trigo, una brown ale, una pilsner o la que se te pegue la gana. Un Pub es un lugar donde se te quedan viendo feo si llegas y pides “una cerveza” como si en este mundo sólo existiera de un tipo.
El Pub debería tener autonomía como si fuera una pequeña universidad. Las cátedras que uno recibe o dá en esos lugares son dignas del mejor de los tratados filosóficos. El mundo sería mejor si hubiera un Pub cada dos cuadras al que  pudiéramos ir cada tarde caminando tranquilamente desde nuestra casa, tomarnos una o dos cervezas y regresar  a nuestra casa a prepararnos para la batalla del siguiente día.
 ¿Tu qué cerveza nueva probaste esta semana?  Explora, diviértete, piérdete en la diversidad. Busca más allá de la tienda de la esquina.

Comentarios: javier@elsume.com